Mi nombre es agosto.
No describiré cómo me veo. Piensas lo que pienses, probablemente sea peor. Auggie quiere ser un niño normal de diez años. Hace cosas normales: comer helado, jugar en su Xbox.
Se siente normal por dentro. Pero los niños comunes y corrientes no hacen que otros niños comunes y corrientes huyan gritando en los patios de recreo. A los niños comunes y corrientes no se les mira fijamente dondequiera que vayan.
Nacido con una terrible anomalía facial, Auggie ha sido educado en casa por sus padres toda su vida. Ahora, por primera vez, lo envían a una escuela de verdad y lo teme. Lo único que quiere es ser aceptado, pero ¿podrá convencer a sus nuevos compañeros de clase de que, en el fondo, es como ellos? Un debut divertido, franco y sorprendentemente conmovedor, y un verdadero fenómeno global, para leer de una sola vez y transmitir a los demás. , y lo recuerda mucho después de la página final.
