Un tributo luminoso y lírico al amor perdurable y cotidiano entre un niño y su padre. Cuando se pone el sol, el turno de noche de papá como cuidador de la escuela apenas comienza. ¿Cómo es trabajar de noche, mientras el resto de la ciudad duerme? Está el olor de las lilas en el aire de la noche, la autopista oscura a la luz de la luna y destellos de tímidos animales nocturnos que hacen que la oscuridad sea mágica.
Jugar baloncesto en el pabellón deportivo a media luz, barrer el escenario con el partido en la radio y leer en voz alta a su padre en la biblioteca ayudan a que el tiempo del niño pase rápido. Pero, ¿qué hace que la noche sea realmente especial? Solo estar con papá.
