Cuando Ashley trepa y pinta una pared con graffiti en medio de la noche, no tiene idea de cuán graves serán las consecuencias. Alguien la ve, alguien peligroso. Ahora Ashley está siendo vigilada.
. . y seguido.
Entonces empiezan a llegar las notas, volviéndose cada vez más siniestras. Cuando las amenazas se vuelven mortales, Ashley se da cuenta de que no puede enfrentarse sola al acosador y busca la ayuda del líder de la pandilla local Eddie Beale. Pero la ayuda de Eddie no es gratuita: espera algo a cambio.
Ashley tiene que decidir hasta dónde está dispuesta a llegar y qué está dispuesta a arriesgar para desenmascarar a su acosador.
